CASO CLÍNICO: Paciente de 75 años de edad, pluripatológico (DM tipo II en tratamiento con insulina, FA en tratamiento con Sintrom y digoxina, EPOC, PTI en tratamiento con azatioprina). En las dos últimas semanas estaba en tratamiento con ciprofloxacino por una infección respiratoria. 72 horas previas al ingreso hospitalario comienza con diarrea líquida de moderada cuantía, sin sangre, asociada a dolor abdominal cólico y fiebre superior a los 38ºC. En la exploración física destaca una ligera taquicardia (100 lpm) con dolor abdominla difuso a la palpación, sin signos de irritación peritoneal. Analíticamente destaca una ligera leucocitosis con neutrofilia, aumento de la PCR y afectación leve de la función renal. Se practica una ecografía y TAC abdominal, donde se observa una distensión del colon transverso con engrosamiento parietal de recto y sobre todo del sigma. Se realiza una colonoscopia que demuestra la existencia de grumos blanco amarillentos que tienden a formar membranas desde el recto proximal hasta la totalidad del sigma. Las biopsias para estudio microbiológico fueron negativas, pero la toxina de Cl. Difficile (TcdA y TcdB) por ELISA fueron positivas. El estudio histológico de las biopsias del colon era compatibles con dicho diagnóstico. COMENTARIOS: La diarrea postantibiótica en pacientes…
Caso clínico 1: Paciente mujer de 71 años de edad, con antecedentes de artritis reumatoidea (tratamiento con metrotexate), síndrome de Sjögren, trastorno depresivo y osteoporosis grave (fractura vertebral D11-L1). Episodio de dolor abdominal hipogástrico agudo de tipo cólico junto a rectorragia en 2009, catalogado (junto a la los hallazgos de la colonoscopia y la biopsia de las lesiones) como colitis isquémica transitoria (criterios de Brandt y Boley), asociada a una insuficiencia renal aguda reversible. En el episodio actual vuelve a ingresar en enero del presente año por un cuadro clínico similar al descrito de 2009. En la colonoscopia realizada se observa a unos 50 cms del margen anal (probablemente en ángulo esplénico) un tramo mucoso (10-12 cms) con mucosa edematosa, con nódulos violaceos, algunos de ellos necróticos y ulceraciones longitudinales fibrinadas, compatibles con colitis isquémica transitoria (Brandt y Boley). Las biopsias de las lesiones son compatibles con colitis isquémica. El cuadro se resuelve espontáneamente con tratamiento conservador. Caso clínico 2: Paciente mujer de 86 años de edad con antecedentes de HTA, DM tipo II (tratamiento con dieta y ADO) y cardiopatía probablemente isquémica sin tratamiento específico. Cuadros repetidos inespecíficos hace 6 meses a 1 años de dolor en FII-flanco izquierdo con…
COMENTARIOS: Aunque se trata de una técnica rutinaria y sencilla, no siempre se hace de forma reglada. Los pólipos múltiples de colon no son situaciones raras en la práctica endoscópica diaria. Generalmente cuando nos encontramos un número alto (> 5-10), en localizaciones difíciles, con morfología sesil, etc, suele ser recomendable, por falta de tiempo generalmente, realizarla en una segunda sesión. En estos casos el marcaje con colorantes vitales permanentes (p.e carbón negro) que permitan (en una segunda colonoscopia) la extirpación segura es la opción mas razonable. Además, si la histología de los pólipos resecados (sobre todo ante antecedentes familiares o personales de CCR) no es favorable (carcinomas microinvasores), al cirujano le va resultar mucho mas fácil su localización en la laparoscopia o laparotomía. Otro detalle muy importante para que el colorante utilizado no se difunda intraperitonealmente es que la inyección se realize de forma submucosa estrictamente, en las cantidades justas y a ser posible con una dilución con SSF previamente inyectada en la lesión o bien diluir el producto al 50 %. En este sentido, la aguja tiene que tener un ángulo aproximado de 45º con la mucosa cuando se inyecta el colorante Nunca hay que hacerlo perpendicularmente como se…
Paciente de 30 años con antecedentes de cuadros recidivantes de dolor en FID con febrícula, ligera pérdida de peso y diarrea líquida (número de 5-6 diarias de moderada cantidad y con despertar nocturno ocaional). En este último episodio, durante el ingreso se realiza ileoscopia donde se aprecia en el íleon terminal una mucosa edematosa con patrón en empedrado de forma segmentaria. Las biopsias demuestran la existencia de garnulomas no caseificantes.
Otro video de nuestro compañero Julio donde se visualizan unas varices rectales de gran tamaño en un paciente con hipertensión portal (HTP) por cirrosis hepática de origen etílico. Las varices rectales secundarias a HTP se caracterizan porque afectan al plexo hemorroidal interno superior que depende de la vena mesenterica inferior (rama tributaria de la vena porta). Las hemorragias secundarias a varices rectales son poco frecuentes, pero cuando ocurren pueden ser muy graves.