Pongo esta entrada porque para mi representa mucho en relación al significado de la verdadera amistad congeniada con el trabajo y la dedicación a una profesión. Con respecto a Julio Guilarte, decir que hace «solo 20 años» que nos conocemos. Fue en 1994, cuando yo era residente de 3º año en el Hospital Clínico Universitaro de Granada. Vi a un residente novato, un tanto estirado que engullía bibliografía médica como nadie y que nos ponía en reto a todos con sus sesiones clínicas (adjuntos y residentes mayores) y sus publicaciones médicas. Cuando comenzó su rotación en endoscopias coincidió conmigo y ya empezamos a labrar esa perspectiva común de enfocar la endoscopia y la medicina. La similitud en la interpretación, valoración y forma de entender la medicina y la endoscopia entre los dos era sencillamente sorprendente. La simbiosis era casi perfecta. Y dicha asociación se convirtió en amistad. Una amistad que ha perdurado a lo largo de los años a pesar de no vernos demasiado. Las conversaciones telefónicas cuando yo ya estaba en Almería y él en Baza sobre pacientes y técnicas endoscópicas duraban mas de una hora (la cara de mi mujer cunado veía su número en el teléfono era la viva imagen de lo que digo). En 2008 cuando nuestra unidad comenzó a desarrollarse con la implantación de numerosas técnicas avanzadas (cápsula endoscópica, CPRE, enteroscopia, USE..) los contactos se intensificaron y nos enviaba a pacientes de su hospital para hacerles algunas técnicas especiales. Tenía la deferencia de venir algún día que otro a ver las exploraciones. En 2011, tras una rotación previa en Virgen de las Nieves, estuvo con nosotros desarrollando la técnica de la CPRE durante 6 meses. Sencillamente disfrutamos como enanos «esos jueves» donde concentrabamos las CPRE con mucosectomías, USE, etc. Además, por su tenacidad y buen hacer, ha desarrollado la especialidad y sobre todo la endoscopia, a unos niveles impensables para un hospital de sus características.
Y que decir de Antonio Monzón. Otra gran persona que conocí allá por el año 2001. Siempre que hablo con él sobre esto me dice lo mismo: «Paco, cuando yo te conocí, te recuerdo en el ascensor del hospital de día llevando tu mismo la torre de endoscopias para poner una prótesis de esófago en la UCI, o colocar unas bandas. Y yo me decía: tíos como éste, con esta vocación, son los que a mi me interesan para implantar mi material de endoscopia en hospitales que están creciendo». El desarrollo de la unidad en nuestro hospital ocurrió en paralelo al suyo como delegado de Boston Scientific. Fue una persona crucial para mi. También nuestras conversaciones sobre CPRE (sobre todo cuando tenía alguna complicación o un fracaso) y sus apoyos técnicos y morales de forma presencial en las CPRE han sido de una inestimable ayuda.
En fin, me podría tirar horas escribiendo, pero no quiero ser pesado.
Gracias Julio y Antonio por ser mis amigos. Un fuerte abrazo
2 comentarios
Emociona leer estas palabras, sinceras y desde el corazón. Han pasado 29 años desde que entré en la Facultad de Medicina, y en este tiempo he reservado la palabra Maestro a tres personas que me han marcado profundamente como persona y como profesional durante las diferentes etapas de mi formación y trabajo. Sabes que la tercera eres tú, y cuando se le añade la amistad el cóctel es perfecto. No tengo la menor duda de que sin tu apoyo no habría alcanzado el punto de satisfacción profesional que ahora tengo. Juntar amistad, respeto y profesionalidad es algo excepcional hoy en día. Disfrutemos los próximos 20 años de profesión que nos quedan como los primeros, con la misma ilusión y trabajo, compartiendo en nuestras largas charlas aquello que nos preocupa y nos motiva.
Gracias Maestro por ser, además, mi amigo. Un abrazo.
Sin duda Julio, sin duda. Gracias a ti. Y recuerda: somos lo que queremos ser. No hay mas. Y nosotros hemos querido esto y lo somos. ¿Te viene a la cabeza el video que te recomendé en Pamplona?