CASO CLÍNICO:
Paciente mujer de 72 años de edad con antecedentes de cardiopatía isquémica (IAM anteroseptal),TEP leve (tratamiento con acenocumarol) y trastorno depresivo. Consulta en enero del presente año por clínica dispéptica inespecífica sin síntomas de alarma. Anlíticamente no se encontraron alteraciones de interés. Se realizó una gastroscopia que observó cierta dificultad en la distensión de la cámara gástrica a la insuflación con biopsias de cuerpo y antro gástrico para determinación de H. Pylori (ureasa rápida), que resultó positivo. Se hizo tratamiento erradicador para H. Pylori (pauta con amoxicilina y claritromicina durante 7 días) que resultó eficaz. En el TAC abdominal se apreciaba engrosamiento parietal circunferencial de la porción distal del antro y píloro con mala definición de la transición con el tejido graso adyacente en el borde mesentérico que no permitía descartar afectación mas allá de la serosa. Ante estos hallazgos se realizó una USE radial: se observa en zona de transición de cuerpo-antro sobre todo hacia curvadura mayor, unos pliegues engrosados con poca distensibilidad a la insuflación y friable al roce con erosiones fibrinadas. Estenosa levemente la luz. Se observa un engrosamiento de la segunda y tercera capa que rompe en algunas zonas primera capa. La cuarta capa y serosa parecen respetadas. No se observa infiltración de parénquima hepatico ni cuerpo-cola pancreática. Sugiere proceso neoformativo (linfoma?). Por este motivo se solicitó una macrobiopsia gástrica que resultó inconcluyente (metaplasia enteroide).
En el seguimiento, a los 8 meses del inicio del cuadro, la paciente presenta una acentuación de los síntomas dispépticos con pérdida de peso y distensión abdominal que corroboŕó la existencia de ascitis en moderada cuantía. En este momento en la analítica practicada destaca un aumento marcado del Ca 19.9 (447,6 UI/ml) y CEA-125 (434,2 UI/ml). EL TAC de control muestra unos hallazgos similares al primero, pero con líquido libre subhepático, periesplénico, en ambas gotieras paracólicas, sobre todo izquierda, y en pelvis. Se realiza nueva macrobiopsia que ya confirma la existencia de una adenocarcinoma con células en anillo de sello.
COMENTARIOS:
La presencia de unos pliegues gástricos engrosados en una gastroscopia y/o pruebas de imagen (TAC, ecografía abdominal y USE) es un verdadero reto diagnóstico ya que en algunos casos se trata de una patología benigna sin trascendencia clínica (gastritis folicular por H. Pylori) hasta cuadros de mayor entidad como el síndrome de Zollinger-Ellison, la gastropatía hipertŕofica de Menètrier, el linfoma MALT gástrico y el adenocarcinoma gástrico en su presentación como linitis plástica. Hay que tener mucho cuidado en estos casos porque cuando se trata de una neoplasia, el crecimiento celular se hace a expensas de la mucosa profunda y submucosa, y aunque puede haber ulceraciones, muchas veces las biopsias con fórceps son repetidamente negativas. En estos casos, una buena macrobiopsia con asa de polipectomía nos puede ayudar al diagnóstico definitivo.
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