CASO CLÍNICO:
Paciente mujer, de 65 años de edad con antecedentes de demencia tipo Alzheimer avanzada, DM tipo II en tratamiento con Insulina y prótesis de cadera. Ingresa por un cuadro constitucional de dos meses de evolución junto a anemia ferropénica severa y dolor abdominal de tipo cólico acentuado en las últimas 48 horas, sin emisión de gases ni heces con distensión abdominal importante. Se realiza un TAC abdominal con contraste iv, donde se aprecia un engrosamiento circunferencial nodular del sigma proximal, en un segmento de aproximadamente 8,5 cl de longitud, compatible con neoformación. Desflecamiento del contorno seroso y aumento de la densidad del tejido graso mesosigmoideo compatible con infiltración. La lesión contacta con el peritoneo parietal pélvico izquierdo adyacente, apreciándose una leve retracción del mismo y realce aumentado con respecto al contralateral, sugestivos de invasión peritoneal parietal. Se decide colocar un stent de colon no recubierto conla doble intención terapéutica: paliación y desobstrucción del colon con éxito.
COMENTARIOS:
Bajo mi punto de vista, lo interesante de este caso es que presenta la mayor parte de las dificultades que un endoscopista se puede encontrar en la colocación de una protesis de colon por una oclusión neoplásica. En primer lugar, la friabilidad del tejido neoplásico hace dificil el paso de la guía a través de la estenosis, que además está situado en pleno sigma. Por otro lado, la longitud de la estenosis (cercana a los 9 cms), obliga el reajuste lo mas estricto posible de la prótesis (la mayor longitud de las nuestras es de 12 cms, teniendo en cuenta que hay que intentar dejar entre 1.5 y 2 cm por encima y por debajo de los extremos de la estenosis). Por ese motivo, teniendo en cuenta el bucle típico en alfa que se forma en la unión RS y la longitud de la estenosis, suele ser difiil tanto el paso del dispositivo liberador como la liberación y su ajuste con control conjunto endoscópico-fluoroscópico. Para el paso del sistema liberador, hay que ir traccionado de la guía (cuanto mas gruesa y rígida sea, mejor. Se aconsejan de 0.035-0.038″), sin que se formen acodaduras de ésta última. Posteriormente hay que ir liberando muy lentamente la prótesis, controlando conjuntamente la visión fluoroscópica (extremo distal al operador sobre todo) con la endoscópica (extremo proximal al operador). El control de las 3 marcas radiopacas de la prótesis (marca distal, marca medial que refleja el punto de no retorno en el reenenvainado y marca proximal) es también muy importante. Finalmente se consigue centrar de forma muy adecuada la prótesis.
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