Todos sabemos que hay situaciones clínicas en la EII de dificil manejo. De forma resumida, a mi me parece que hay 3 escenarios que suponen un reto diagnóstico y terapéutico en el manejo de estos pacientes. El primero es diagnosticar pacientes con baja sospecha de EII sin tener que realizar colonoscopias indiscriminadas, o incluso tener que seguir investigando si ésta es normal. Valga como ejemplo una paciente mujer de 25 años de edad con crisis de dolor abdominal recurrentes, sin localización específica de éste y despeños diarreicos de varios años de evolución, sin datos analíticos de organicidad (parámetros inflamatorios como la VSG, plaquetas, fibtinógeno, leucocitos, PCR..). El diagnóstico de presunción es un SII con patrón de predominio de diarrea. La colonoscopia es normal. La ileoscopia retrógrada presenta una hiperplasia nodular linfoide ligera, pero hay alguna microerosión aislada. Al médico le surgen dudas de que se trate de una enfermedad de Crohn ileal y no sabe muy bien que hacer con el paciente. La segunda situación es un paciente con perfil ansioso diagnosticado de EII que presenta ocasionalmente cuadros inespecíficos de dolor abdominal, despeños diarreicos, sin clara afectación general con índices de actividad inespecíficos o discordantes con la clínica y los parámetros analíticos (reactantes de…