En las oclusiones agudas de colon de origen neoplásico, como se ha comentado en otras entradas similares de este blog, está indicado el tratamiento con prótesis metálicas no recubiertas que permitan en los siguientes días (una vez conseguida la descompresión colónica) una cirugía reglada en un solo tiempo. Las localizaciones mas comunes (y la vez las mas frecuentes) son el recto, el colon sigmoide y el colon descendente. Las cercanas al ángulo esplénico (así como el resto del colon) son mas problemáticas para la colocación de un stent metálico por varias razones: se accede a la neoplasia con formación de bucles frecuentes en el sigma que dificultan el paso de la prótesis por el canal de trabajo del colonoscopio, el paso de la guía y resto de dispositivos a través de la estenosis neoplásica es mas dificil por el propio ángulo esplénico y finalmente, las distancias y el despliegue centrado de la prótesis puede ser mas complicado por todo lo expuesto. No obstante, esto no implica que si se dispone de cierta experiencia no se deba intentar ya que en muchas ocasiones se consigue el objetivo, como el caso que se presenta en esta entrada.